sábado, 31 de diciembre de 2011

Chris Knight, Marxismo y ciencia (1ª parte)

Publicamos a continuación el vínculo con la primera parte de la intervención del antropólogo Chris Knight en el Congreso de la 'Corriente Comunista Internacional', dado el gran interés que suscita en nosotros la fundamentación científica de cualquier teoría de transformación social.

Cliquear aquí para leer artículo.

La quinta generación china según Henry Kissinger (El Internacionalismo)

Después de treinta años de rápido desarrollo económico, China se encuentra en una posición de fuerza. Tamaño continental y colocación en la balanza global convierten el ascenso chino en la muestra de la nueva etapa estratégica, mucho más que irrupción japonesa de los años Ochenta, pues el debate en Pekín es crucial para descifrar la marca inminente de la contienda global.



Para seguir leyendo:

jueves, 29 de diciembre de 2011

Crisis: ¿Qué se puede hacer? (Traducido del 'Socialist Standard')


Nos detenemos en último libro de David Harvey: ‘The Enigma of Capital’.

Estamos la viviendo crisis capitalista más grande desde la década de 1930 - una crisis con dimensiones económicas y ecológicas, por no mencionar las sociales y políticas, las dimensiones. Nadie sabe a ciencia cierta lo que va a pasar o qué hacer. En este contexto, lo que necesitamos con urgencia es la comprensión. Necesitamos saber lo que la crisis es, por qué se ha producido, y lo que, en todo caso, se puede hacer al respecto. David Harvey, un reconocido geógrafo y profesor de antropología, apunta a algunas de las respuestas a estas preguntas urgentes. (‘The enigma of capital’. Profile Books, 2010) se abre con un relato de la reciente historia de la crisis económica, de los primeros síntomas del problema del mercado de las hipotecas ‘subprime’ en los EE.UU. en 2006, hasta muy cerca del momento actual.

Este relato está escrito en el estilo de y en gran parte tomado de la prensa dominante liberal y financiera. Harvey luego pasa a analizar lo que está realmente está sucediendo detrás de esta relato estereotipado. Esto es útil porque ningún economista o periodista financiero ha sido de utilidad alguna en la predicción de la crisis o en la explicación de por qué ha ocurrido. Harvey rechaza la búsqueda un chivo expiatorio - Alan Greenspan, Gordon Brown, los prestamistas irresponsables, los codiciosos banqueros etc – y en su lugar sostiene que las crisis son una consecuencia inevitable y necesaria característica del funcionamiento normal del capitalismo.

Su argumento básico es el marxista. Las sociedades modernas son impulsadas por la búsqueda por parte de los capitalistas de cada vez más lucro. La competencia fuerza a los capitalistas a reinvertir al menos una parte de esa ganancia de nuevo en la expectativa de todavía más ganancias. Esto nos lleva a la acumulación de capital a una escala cada vez más ampliada, y este proceso de circulación, al igual que la sangre en el cuerpo, debe seguir fluyendo para que la inversión rentable - y por lo tanto, producción de bienes y servicios socialmente necesaria - no tenga un temible ataque de corazón. Pero a medida que pasan los años, ciertos sustos son inevitables - y la problemas empeoran a medida que la cantidad de capital en busca de reinversión rentable se hace más y más grande.

Análisis de Harvey


Harvey identifica siete principales factores de riesgo: la escasez de capital dinero (¿De dónde va a venir todo ese dinero?), los problemas laborales (por ejemplo, insuficientes suministros de mano de obra barata y "flexible"), desproporciones entre sectores (un sector se sobreexpande en búsqueda de beneficios), los límites naturales (Por ejemplo, la escasez de los recursos naturales), desequilibrio en los cambios tecnológicos y organizativos (incluyendo la competencia el monopolio etc.), la indisciplina en el proceso laboral (trabajadores “escaqueándose” u organizando sindicatos, por ejemplo) y la falta de demanda efectiva (los consumidores para pagar por bienes y servicios). Él sostiene que cualquiera de ellos puede ser un coágulo en el libre flujo de capital. Pero el capitalismo no puede tolerar estos coágulos por mucho tiempo sin morir.

Como el cuerpo humano, el capitalismo es un sistema dinámico que es muy bueno para sortear sus propios problemas. Se parchea parches y continúa otra vez - pero siempre a costa de acumular problemas de cara a su futuro Así, par a tomar ejemplos recientes, la crisis de la rentabilidad en la década de 1970 llevó a figuras tales como Thatcher y Reagan a generalizar la baja de los salarios por aplastamiento de los sindicatos, creando desempleo e importando de mano de obra barata de inmigrantes del exterior. Esto fue un éxito durante un tiempo, pero creó un nuevo problema: una población de desempleados o trabajadores mal pagados no constituye para las necesidades candentes y en constante expansión del capital de mercados de consumidores para prosperar (no puede haber crecimiento sin ventas). Este problema se resolvió por la temeraria concesión de créditos a cada vez más personas, independientemente de su capacidad de reembolso. Esto por su parte llevó, a una crisis de sobreendeudamiento en el seno de la clase obrera, lo que llevó a una crisis de confianza en los instrumentos de deuda, empezando por las hipotecas subprime en los EE.UU., lo que nos llevó a donde estamos ahora - la oferta de crédito estancada, dando lugar a bloqueos en el flujo de capital, que a su vez conducen a el aumento del desempleo, la pérdida y desvalorización del capital, etc. Las medidas de ‘estímulo’ económico(el desfibrilador) no han funcionado, por lo que ahora se nos promete una austeridad al estilo Thatcher (una dieta libre de grasas) para la clase obrera

Una crisis puede ser entendida como aquel momento en que la riqueza producida socialmente vuelve a su "legítimos propietarios", la clase capitalista, y como una oportunidad para esa clase de consolidar su poder sobre la de clase obrera así como la maquinaria política del estado (que era un lugar común en algunos secciones de la prensa financiera que, quienquiera que gane las elecciones generales, el gobierno se vería obligado a cumplir los requerimientos de los inversores internacionales "(es decir, la clase capitalista). La clase capitalista a continuación, utiliza ese poder para recortar en la medida de lo posible las conquistas y las reformas ganadas por los asaltos anteriores de la lucha de clases y acción política. 'Equilibrio' y saneamiento se restablecen para la operación de la rentabilidad, y el flujo de capital puede continuar. De ahí la necesidad y la inevitabilidad de la crisis bajo el capitalismo.

Mosca leninista en la sopa

Entonces, ¿qué se puede hacer en relación de la cuestión? Harvey tiene razón en insistir que nada menos que lo que generalmente se descarta como respuestas "utópicas" respuestas pueden ser tenidas en cuenta. La crisis tiene su raíz en el sistema. Los intentos del capitalismo para resolver la crisis significarán mayor austeridad y miseria para todo el mundo, excepto de una pequeña minoría. Un problema sistémico reclama por soluciones sistémicas. En esto, estamos de acuerdo con Harvey. Es cierto que la influencia del leninismo en el libro, especialmente en el capítulo final, es algo así como una mosca en la sopa. Comer alrededor de la mosca se hace cada vez más desagradable en la medida que nos acercamos al final de la comida - La crítica de Harvey de lo que él llama "el comunismo realmente existente", es decir, las dictaduras capitalistas de Estado de la antigua Unión Soviética y el resto, es leve a decir lo menos, aunque por lo menos es lo suficientemente buena para confirmar que lo que la mayoría de la gente llama "socialismo" es en realidad solo " capitalismo regulado o democráticamente gestionado ".

Los socialistas genuinos con estómagos delicados pueden que se resistan a esto. Pero si es así, se perderán una buena, sólida, nutrición política. Particularmente interesantes son tres puntos de fuerte acuerdo entre Harvey y nosotros. La primera es la importancia de la lo que él llama "concepciones mentales" sobre el cambio revolucionario, es decir, la importancia de las ideas y lo que se suele descartar como "utópia" política. Sin un cambio en lo que la gente piensa sobre las perspectivas para el cambio y para el socialismo, como Harvey correctamente señala, no puede haber ninguna alternativa que no sea un regreso a alguna forma de capitalismo.

Lo segundo es su insistencia, en algo en contra de la moda entre los otros anti-capitalistas teóricos, en la importancia de la toma y transformación del estado. No hay, dice, "No hay manera de que un orden social anticapitalista se puede construir sin toma del poder estatal, transformando radicalmente y repensando el marco constitucional e institucional que actualmente da apoyo a la propiedad privada, al sistema de mercado y a la acumulación continua del capital. Hacer caso omiso del estado y la dinámica del sistema interestatal es una idea ridícula a aceptar por cualquier movimiento anti-capitalista". En ello estamos totalmente de acuerdo.

El tercero es su insistencia en que la crisis no significa que el capitalismo esté terminando. El capitalismo es un sistema dinámico que siempre ha resuelto sus propios problemas en el pasado, y así lo hará en el futuro de nuevo, sea cual sea el costo para el resto de nosotros - y el costo de este tiempo bien podría ser un desastre ambiental, tal vez incluso una guerra catastrófica. El capitalismo nunca caerá por sí solo, dice Harvey. Tendrá que ser interrumpido y el poder de la clase capitalista finalizado por una acción política concertada. Y aunque las perspectivas de tal cambio no parecen buenas por el momento, una crisis, al menos, tiende a convertir la cuestión de un sistema social alternativo más relevante y urgente. En otras palabras, los buenos capitalistas siempre ven las crisis como oportunidades. Sería inteligente que las personas a las que dominan hicieran lo mismo.

Hay amplitud de espacio, pues, tanto para acuerdos y como desacuerdos en el libro de Harvey. Como libro, que es un poco mamotreto - es demasiado largo y repetitivo, sin precisión y, a veces vagamente escrito (los hechos suceden atemporalmente, sin cuantificación o referencia), y aparentemente apresuradamente y perezosamente ensambladas a partir de las anotaciones del profesor Sus escritos en su mayoría parecen destinados al público en general, y sin embargo, los términos técnicos y la jerga marxista quedan por explicar, y palabras ideológicamente cargadas y palabras y frases potencialmente confusas que se utilizan sin disculpa o precaución. Sin embargo, la mayoría de estos fallos pueden y deben ser pasadas por alto porque la esencia de su argumento es sólida y merece la más amplia audiencia posible. Además, su análisis de la importancia de la urbanización y la propiedad y control de la tierra y los recursos en el capitalismo moderno es una importante actualización moderna de la teoría marxista, desarrollando algunos perspicaces y proféticos comentarios de Marx Harvey también tiene un modelo extremadamente útil para pensar en cómo se mueve el capitalismo y cambia, a través del desarrollo interconectado de las siete "esferas" de actividad, una vez más derivados de Marx, pero evitando el determinismo y la unilateralidad de muchos de los seguidores de Marx posteriores.

Harvey nos ayuda a entender, en un relativamente sencillo idioma, lo que realmente está pasando detrás de las historias que leemos en la prensa dominante y por lo tanto, nos ayuda a pensar con claridad sobre lo que podría ser posible hacer en el futuro. Como dice Harvey, "Cuestionar el futuro del mismo capitalismo como sistema social adecuado debe, por tanto, a estar a la vanguardia del debate actual. "

 

STUART WATKINS
 
'Socialist Standard' es el mensual de 'Partido Socialista de Gran Bretaña' impulsor del Movimiento Socialista Mundial'.
 
PD: Ajuntamos un enlace a otro interesante entrevista a Harvey en inglés:
 

martes, 13 de diciembre de 2011

PROYECTO PROGRAMÁTICO DE “Investigación y Correspondencia Inter-Socialista” (ICORSOC)


1)                 El establecimiento de una sociedad basada en la propiedad colectiva de los medios de producción, de su control democrático en función de las necesidades de la población; una sociedad sin explotación, sin clases, ni fronteras; no es uno de los retos más nobles y audaces que se puede plantear la humanidad, es una necesidad para muchos de los que enfrentan los avatares del presente sistema. Esta sociedad se ha venido allamar comúnmente Socialista o Comunista, sin hacer un fetiche de las denominaciones: otros autores han hablado de sociedad Autónoma, Colectivismo, incluso de Anarquía.
Dicho proyecto socialista no puede ser nunca la “socialización de la pobreza”: es solo posible en un cierto nivel de desarrollo de la humanidad: depende en primera instancia del desarrollo de los medios de producción, transporte y comunicación al nivel al cual el suministro de las necesidades humanas básicas (alimento, vestido, vivienda, cultura, salud...) puedan ser para toda la población. El capitalismo sentó las bases materiales para dicha transformación, pero solo mediante la abolición consciente de sus bases, del corsé material e intelectual que crean sus relaciones de producción puede hacerse realidad la nueva sociedad.

Por supuesto, la realización de este proyecto solo puede ser desde una perspectiva internacional e internacionalista, una auténtica Comunidad Humana Mundial. No es posible la creación de “islas de socialismo” en un entorno capitalista hostil aunque si la unión de los trabajadores y todos aquellos seres humanos que están por una transformación socialista de la sociedad para estudiar y concretar el camino hacia esta y actuar en este sentido.

2)                 Bajo el capitalismo las relaciones de producción chocan constantemente y progresivamente, con el desarrollo de la tecnología y la productividad instauradas en su seno. La gran contradicción que afronta la humanidad es el tremendo desfase entre el colosal avance científico y tecnológico que ha tenido lugar con el capitalismo (sobre todo) y los anteriores modos de producción y los paupérrimos avances en la dirección de una sociedad medianamente “humana”: el objetivo del capital no es satisfacer las necesidades de las personas, sino su auto-reproducción: la consecución de beneficios.

Así asistimos a contrasentidos tales como que existan hambrunas, mientras la productividad potencial de la agricultura es máxima, cuando no presenciamos directamente la destrucción de productos agrícolas por no ser "rentables". O asistimos a periódicas crisis de superproducción relativa, así como al asentamiento de problemas endémicos, incluso en el mismo corazón del sistema, como el paro crónico, el mantenimiento de bolsas de pobreza…, fenómenos materiales que a su vez fundamentan un malestar moral, cultural y psíquico.

3)                 A esta problemática se suman las guerras, de enorme potencial destructivo, en que ha implicado el sistema a la humanidad, especialmente en su última fase imperialista, hasta el punto de que el riesgo de un holocausto nuclear global se ha convertido en una amenaza posible física y técnicamente: el arsenal nuclear acumuladoes todavía lo bastante potente como para acabar con la humanidad varias veces. Por no hablar del deterioro ecológico del planeta provocado por un crecimiento ciego, basado únicamente en el beneficio del capital: de forma racional se ha planteado la existencia de límites ecológicos al crecimiento en la Tierra, aunque no sepamos con precisión donde residen, amenazas como el cambio climático, la desertización de amplios territorios, la extinción acelerada de especies son algo más que una mera especulación.
El mantenimiento de tamaños despropósitos constituye un escándalo para la razón mínimamente crítica, aunque su resolución requiere de un sujeto activo y consciente.

4)                 El sujeto revolucionario de la transformación socialista de la sociedad es la clase obrera internacional; que a su vez puede unificar a las capas no explotadoras de la humanidad. La clase obrera consciente no actúa por un simple corporativismo “obrerista”, sus intereses objetivos y su situación en el sistema productivo le convierten en la vanguardia de la nueva humanidad auto-superada Por otra parte, independientemente de su origen de clase, existen los revolucionarios, los socialistas que toman partido consciente por este proyecto.

Para acabar con la explotación esta deberá tomar el poder, iniciando una transición hacia el socialismo, y utilizar este poder para evitar que las antiguas clases poseedoras reinstauren el viejo sistema. Este poder pensamos que estará basado en los Consejos Obreros, que es la forma más avanzada de expresión de toda la clase en conjunto. No obstante, nada de esto es posible sin una conciencia socialista por parte del proletariado.

5)                  El desarrollo de esta conciencia socialista ha significado históricamente la constitución en el seno de la clase de sus organizaciones políticas. Reivindicamos, no de forma acrítica, la aportación al movimiento obrero y al socialismo de Liga de los Comunistas (1847-52) la I Internacional (AIT-1864-72), la II Internacional (1884-1914), la III Internacional (1919-28) y de las corrientes que se opusieron en su seno a su degeneración: la Oposición de Izquierdas y en especial las Izquierda Comunistas Germano-Holandesa e Italiana. También reivindicamos la aportación del“imposibilismo” que advirtió contra el avance de las políticas oportunista en el seno de la II Internacional, antes de su definitiva degeneración: la Liga Socialista, el Partido Socialista de Gran Bretaña (SPGB) y el de Canadá y su Movimiento Socialista Mundial, así como el “De Leonismo” del Socialist Labour Party de USA y de Gran Bretaña. También reivindicamos compromiso militante del anarquismo internacionalista y del sindicalismo revolucionario (IWW, primera CNT).

Sin querer hacer de esta línea histórica una suerte de legitimismo, ni de línea infalible, ni acrítica: todas las experiencias históricas y aportaciones contrastables y que puedan suponer un avance en la conciencia del movimiento son bienvenidas.No se trata de valerse de ciertos precedentes políticos para demandar adhesiones a las soluciones concretas. Por el contrario, se invita a los revolucionarios a someter al contraste de las posiciones políticas respecto de laexperiencia y estudio del mundo real y su relación con el proyecto histórico compartido.

La expresión coherente de las organizaciones políticas en el seno del proletariado es a nivel internacional. Además aceptando la pluralidad de lecturas compatibles con un método científico de análisis pensamos que es concebible la coexistencia de varias de ellas, incluso en una situación revolucionaria. No obstante, la voluntad de unidad y la eficacia aconseja la mayor unidad posible, siempre en base a acuerdos reales, lo cual se traduciría en un Partido Revolucionario internacional, compatible con el pluralismo, y la libertad de debate y de indagación científica interna.

6)      La organización o las organizaciones políticas revolucionariasson grupos de vanguardia, factores activos del proceso de generalización dela conciencia de clase en su seno. Su función no consiste ni en «organizar a la clase obrera», ni en «tomar el poder» en su nombre. No obstante, su significación es cualitativa para desarrollar una conciencia socialista en el seno de la clase, de forma que esta supere la simple consciencia reformista. De esta forma se produce un fenómeno de retroalimentación en que la organización se actualiza a través de la experiencia cotidiana de la clase; esta conecta con la experiencia histórica de su propia lucha y el programa socialista que incluye conocimientos y análisis de la realidad de una complejidad y elaboración que no son actualizables de una forma simplemente espontánea o democrática.

7)                 Sin dejar de reconocer el papel de los “socialistas utópicos” (Owen, Fourier, Saint-Simon, los cristianos primitivos, etc.) o del socialismo voluntarista post-revolución Francesa (del estilo de Babeuf) o Inglesa (Diggers y Levellers) firmamos la necesidad de un SOCIALISMO CIENTÍFICO. Esto significa: no basado en unos meros ideales abstractos sino en las contradicciones y potencialidades que se generan en la sociedad real, dividida en clases en oposición mutua. Dicho Socialismo debe anclar sus fundamentos en una teoría sólida con base científica. Pensamos que dicho proyecto debería reivindicar el método y el proyecto de Carlos Marx y Friedrich Engels, que deben ser tomados no como superhombres o profetas sino como punto de partida de un proyecto histórico, que se debe desenvolver, crecer, fundamentándose en la crítica y la práctica transformadora; aprendiendo de sus logros y de sus errores.

También queremos clarificar lo que entendemos por Socialismo Científico: un proyecto basado en el estudio científico de la realidad como base de un proyecto; la elaboración de teorías, modelos y su discusión y contrastación crítica con la experiencia. Esto supone que cualquier elaboración, provisionalmente adoptada, puede ser sometido a una posterior crítica e impugnación, total o parcial, siempre que exista la evidencia suficiente y el consenso necesario; en coherencia con el método científico. Por el contrario, lo que NO significa, en ningún caso que las posiciones adoptadas por un teórico, líder o partido, incluso siendo reivindicados sean de por sí “científicas” y en consecuencia “sean una verdad incuestionable” incluso en relación a cualquier declaración o cita bibliográfica

8)                 La clase obrera consciente y el socialismo solo pueden ser internacionales e internacionalistas, en cuanto a marco de lucha y en cuento a conciencia y perspectiva histórica. No hay lugar para nacionalismos "marxistas" o "de izquierdas" (a menos que nos refiramos a la "izquierda del capital"): esta pretensión es una burda caricatura de sello estalinista o "neo-proudhoniano".
     
El nacionalismo es la ideología desarrollada por la burguesía para unificación del mercado y la construcción de un estado nacionales fuertes. En ciertos momentos (S XIX) los revolucionarios defendieron críticamente proyectos de unificación nacional, en cuanto suponían una superación de las estructuras feudales y un avance en un sentido democrático-burgués que podía ser aprovechado por el proletariado. En todo caso, fue siempre una cuestión estratégica y el requisito era la total independencia política del proletariado;en la época de capitalismo imperialista global, está posibilidad totalmente superada.

9)                 Los países llamados “socialistas” (en realidad estalinistas) como la URSS, Cuba, China, Corea del Norte, Vietnam, los países del Este, no han sido sino la expresión de una forma particular de Capitalismo de Estado.  El “marxismo” utilizado como justificación de tales estados no es sino una falsificación del verdadero método de Marx y Engels. Uno de los elementos fundamentales de esa tergiversación es la transformación de este en una vulgata, en una serie de recetas y consignas transformadas en un dogma, una ideología o religión de estado, antagónica del método científico y dialéctico del programa revolucionario, como medio de justificar una sociedad de dominación de clase.

10)             Las consecuencias de la contrarrevolución estalinista suponen un gran lastre no solo humano y material, sino político, teórico y psicológico para el Movimiento Obrero y el Socialismo.A las minorías oposicionistas les corresponde el mérito histórico de “salvar el honor del proletariado” de mantener el “hilo rojo” del programa revolucionario. No obstante, no han sido capaces de salir del estado minoritario, incluso asimilarse en número a organizaciones “izquierdistas” vulgares. No se ha podido conectar a la mayoría clase obrera con su teoría revolucionaria, ni perfeccionar esta última al nivel de las apremiantes necesidades contemporáneas. No se ha podido superar en los hechos el lastre histórico de la contrarrevolución.

11)             Cualquier sociedad de clase está basada en la coerción física y la manipulación ideológica y moral, es decir en la violencia más o menos explícita. El proletariado y sus aliados naturales basan su fuerza en la conciencia, en la solidaridad y en el convencimiento de representar el futuro, es decir una fuerza física y además moral. Con una clase de proletarios conscientes todo el entramado del poder caería como un castillo de naipes.

No somos pacifistas ni ingenuos, pero preferimos la utilización del concepto de fuerza de la clase al  de “violencia”, que no deja de tener connotaciones negativas, no solo por la hipocresía moral de la burguesía sino por la propia experiencia histórica. La utilización de medidas expeditivas en la historia de la revolución proletaria (Comuna de París, Rusia de los Soviets,…) están más en relación con sus elementos de debilidad, aislamiento y/o inmedurez que con su proyección histórica en el camino de lucha por la emancipación social. Denunciamos a priori conceptos como “terror rojo” o “revolucionario” o instituciones como una Cheka sin control de la clase y con autonomía y bula para interferir en los asuntos del proletariado. Denunciamos la represión de Kronstadt y toda forma de imposición violenta en el seno del proletariado.

Por supuesto, denunciamos el terrorismo como un método de lucha ajeno a la clase obrera. En un nivel determinado puede haber significado la expresión inmadura de la indignación o desesperación de individuos o pequeños grupos de trabajadores contra la brutalidad del sistema; lo cual siempre se ha vuelto en su contra y ha sido utilizado por este. Llegado a un nivel de organización ha supuesto la expresión de intereses de grupos desclasados y/o utilizados de forma más o menos clara por sectores de la burguesía en pugna

12)             Para su superación definitiva no basta con luchas masivas o acciones espontaneas de la clase obrera, sino que es necesario un contraataque teórico y político de gran envergadura. La auténtica dominación de clase no se basa solo en la coerción, sino en la aceptación de los dominados del marco ideológico preponderante y el esclarecimiento de dichos mecanismos requiere de una clarificación profunda.

Las minorías revolucionarias han hecho una labor histórica en el sentido de reivindicar el programa de clase y de estudio del proceso de degeneración de Octubre, así como de la Segunda y la Tercera Internacional. No obstante, desde la fecha la ciencia y la filosofía académicas (es decir burguesas) han registrado un progreso espectacular. El proletariado consciente, a fin de desarrollar la ciencia socialista debe abordar críticamente estos nuevos desarrollos, lo cual no solo implica el elemento dialéctico negativo, sino el de síntesis: la recuperación para el interés del proletariado lo mejor de estas contribuciones, tanto a nivel de las Ciencias Naturales, como de las mucho más problemáticas de las Sociales o de la Filosofía.Tomamos como modelo,la crítica marxista del hegelianismo y su rescate del elemento dialéctico o la elaboración de Pannekoeek respecto a los filósofos empirio-criticistas. El mundo del psicoanálisis, del análisis del lenguaje y de la sociedad como sistema y discurso de elevada complejidad; son retos teóricos que no cabe despachar con un altivo desprecio.

13)               La Comuna de París de 1871 fue el primer intento del proletariado para llevar a cabo la revolución, en una época en la que las condiciones no estaban todavía dadas para ella, además de quedar aislada en una sola ciudad. Pensamos que la  Revolución de octubrede 1917 en Rusia y la oleada revolucionaria mundial que la siguió el momento más avanzado hasta la fecha en la lucha revolucionaria de la clase obrera. No obstante, el aislamiento de la revolución en un solo país, condenó a la revolución a su degeneración. Si la Comuna de París quedó aislada en una sola ciudad, la Comuna Soviética quedó aislada en un solo país, no obstante, la derrota de la últimatomo la forma de una degeneración interna, manteniéndose la fraseología “marxista”.

Sin embargo, no hay que convertir la revolución de Octubre en un fetiche, ni tampoco la política del Partido Bolchevique previa a la contrarrevolución estalinista. Muchas de las actuaciones políticas concretas del partido bolchevique facilitaron objetivamente el proceso (sean  consideradas errores, sean vistas como fruto de influencia ideológicas ajenas al proletariado). El estudio de estas contradicciones deben ser lecciones de cara al futuro.

No obstante, consideramos la derrota de la oleada revolucionaria contemporánea a Octubre no solo como fruto de la represión de la burguesía internacional, sino como una consecuencia de la inmadurez efectiva del movimiento de la clase obrera, expresada en el plano político y organizativa: los jóvenes  partidos comunistas, en general, tuvieron una influencia limitada en el seno de la clase; mientras que la social-democracia  chovinista travestida siguió teniendo una influencia ideológica y organizativa muy relevante en el seno de la clase. Sin querer arrogarnos la certidumbre, en la línea del “imposibilismo”nos cuestionamos que en esta oleada revolucionaria hubiese una mayoría de trabajadores comprometidos conscientemente con el programa de transformación socialista de la sociedad.  Este trágico sesgo histórico no podía ser resuelto a través de atajos insurreccionales, sino a través de una auténtica confrontación política a todos los niveles. La perspectiva histórica nos da el privilegio y también la responsabilidad de sacar las lecciones para el futuro.


lunes, 12 de diciembre de 2011

¿La próxima guerra? (traducido del Socialist Standard)


Andy Matthews

Los tambores de guerra del capitalismo nunca están en silencio. Siempre están latentes como un ruido de fondo. En ciertos momentos se vuelven más estridentes, ahora es uno de esos momentos.

Sólo los ingenuos incurables creen que el capitalismo es posible sin guerra. La guerra es, tan intrínseca al capitalismo como lo son sus precios, salarios y beneficios. El comentario de Angela Merkel, la canciller alemana, advirtiendo sobre el colapso del euro que: "Nadie debe creer que otro medio siglo de paz en Europa es un hecho seguro - no lo es," (Daily Telegraph del 9 de noviembre) revela que los factores materiales tales como el acceso a mercados y recursos, y la protección del comercio y las rutas comerciales, en lugar de razones ideológicas son las causas de la guerra.

La perspectiva de un conflicto con Irán, con frecuencia la cita en las noticias. Al parecer, como Irak, está ocupado desarrollando armas nucleares. Pero Irán también está situado en una zona de importancia estratégica para las potencias occidentales. El 3 de noviembre, el rumor de los tambores aumentó cuando “The Guardian” advirtió que había aprendido que: "Los planificadores esperan una campaña a librar principalmente desde el aire, con alguna participación naval, utilizando misiles como el Tomahawk. . . No hay planes para una invasión por tierra, sino "un pequeño número de fuerzas especiales" pueden ser necesarios en tierra, también ". La BBC informó de que seis días más tarde el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, había advertido que: "Una acción militar contra Irán sería un gravísimo error cargado de consecuencias imprevisibles ". . . Sus comentarios se producen después de que el presidente israelí Shimon Peres dijo que un ataque contra Irán es cada vez más probable ". Sólo para destacar cómo es el capitalismo de volátil y peligroso, un día después, como la BBC también informó, Leon Panetta, secretario de Defensa de los EE.UU., al comentar acerca de un ataque contra Irán, también advirtió que podría tener "consecuencias imprevistas".

Asegurar el suministro de energía es una condición básica para la existencia permanente de todos los estados-nación. Los medios de comunicación se deleitan en informar del descubrimiento de nuevos yacimientos de petróleo y estimar el hallazgo en miles de millones de barriles de petróleo. Para poner estos hallazgos en su contexto, mil millones de barriles de petróleo se gastarían en todo el mundo al ritmo actual de consumo-sólo en solo 12 días (oilprice.com 9 de noviembre). La mayoría de los estudios muestran que las reservas existentes no satisfacen las necesidades de futuro del capitalismo. Así, las luchas por el acceso y el control de ellos son inevitables.

En consecuencia, el eco de los tambores se va resonando en la región del Ártico, ya que parece que va a convertirse en el próximo campo de batalla en la lucha por los beneficios. El calentamiento global está derritiendo rápidamente el casquete haciendo las rutas de navegación más accesible y la perspectiva de la exploración es prácticamente segura. El margen de acuerdo entre los miembros de la OTAN en competencia, Canadá, Noruega, Dinamarca, Groenlandia, los EE.UU. y Rusia está disminuyendo. En consecuencia Timeworld  informaba sobre el discurso del Presidente Putin a su partido político que: "Rusia tiene la intención, sin duda, de ampliar su presencia en el Ártico. Estamos abiertos al diálogo con nuestros socios extranjero... pero, naturalmente, la defensa de nuestros intereses geopolíticos será dura y consistente "Al día siguiente, el ministro de Defensa de Putin, Anatoly Serdyukov, anunció que:". dos brigadas del ejército, o las tropas de hasta 10.000 unidades, se desplegarían a defender las reclamaciones de Rusia en el Ártico "(8 de julio).

El ingenioso secretario de Defensa de EE.UU., Leon Panetta, habría identificado ya anteriormente uno de de los problemas de más potencial para el capitalismo. Esta vez con otro gran competidor, China. The New York Times podría informar que: "a principios de este mes, el señor Panetta fue contundente acerca de sus preocupaciones. "Estamos preocupados con China", dijo a los miembros americanos de servicio en Nápoles, Italia. "Lo más importante que podemos hacer es proyectar nuestra fuerza en el Pacífico - para que nuestros transportes, para que nuestra flota, para ser capaz de dejar muy claro a China que vamos a proteger los derechos internacionales de moverse libremente a través de los océanos "(23 de octubre).

El artículo de Robert D. Kaplan de Octubre de 2011 en “Foreign Policy” “El Mar de China del Sur es el futuro del conflicto ", revela por qué los intereses de EE.UU. en el Pacífico Occidental y el Mar del Sur de China son tan importantes para Washington. "Más de la mitad del tonelaje anual de la flota mercante del mundo pasa a través de estas aguas así como un tercio de todo el tráfico marítimo. ...Aproximadamente dos terceras partes de los suministros de energía de Corea del Sur, cerca del 60 por ciento de los de Japón y Taiwán, y alrededor del 80 por ciento de las importaciones chinas de crudo llegan a través del Mar de China del Sur. Es más, el Mar de China del Sur tiene reservas probadas de petróleo de siete mil millones de barriles y un estimado de 900 billones de pies cúbicos de gas natural ". Nueve estados cuyo territorio bordea el Mar de China Meridional se pretender hacer con todo, o parte de ello. Los nueve son dependientes del apoyo diplomático y militar de Washington.

Los tambores de guerra estaban en su momento más estridente cuando “The Global Times”, publicado bajo la autoridad del Comité Central del Partido Comunista de China, imprimió el títular "La hora de usar la fuerza ha llegado en el Mar Meridional de China, hagamos la guerra en las Filipinas y Vietnam, para evitar más guerras ". . Se hizo especial hincapié en que: "El Mar de China Meridional es el mejor lugar para que China haga la guerra: de los más de 1.000 plataformas petrolíferas allí, ninguno pertenece a China, de los cuatro aeropuertos de las Islas Spratly, ninguno pertenece a China; una vez se declare la guerra, el Mar de China Meridional será un mar de fuego "(UPI, 03 de octubre).

Noam Chomsky ha llamado la atención sobre la construcción de una base militar de EE.UU. en la isla de Jeju, 50 millas al sureste de la península de Corea del Sur, que "con capacidad para 20 buques de guerra de Corea del Sur y EE.UU, incluidos los vehículos submarinos aviones y destructores, varios de los cuales se equipados con sistema de defensa de misiles balísticos Aegis ". Él continúa y añade: "No es sorprendente que China considera a la base como una amenaza a su seguridad nacional. Por lo menos, la base es probablemente provocará la confrontación y la carrera de armamentos entre Corea del Sur y China, con los EE.UU.casi inevitablemente involucrado "(Truthout 7 de octubre).

China, en la última década, ha estado haciendo avances importantes en África oriental. Y no es sólo la perspectiva de la mano de obra barata, desorganizada que los atrajo. UPI reportó el 10 de marzo del año pasado que: "África del Este se perfila como el próximo boom del petróleo después de un gran descubrimiento en la cuenca del lago Albert de Uganda. Otras reservas de petroleo y gas natural se han encontrado en Tanzania y Mozambique y la exploración está en marcha en Etiopía e incluso en la devastado por la guerra Somalia". Es: "el último verdadero area de alto potencial en el mundo que no ha sido plenamente explorada". Sin embargo, el economista podría advertir a tan sólo 21 días después que "varios gobiernos occidentales celosos y empresas quieren para detener el avance de China en la cuenca del Congo, con sus vastas reservas de minerales y madera".

John Pilger escribe en el New Statesman sobre la "misión humanitaria" del presidente Obama para  ir a la ayuda del gobierno de Uganda en su lucha para derrotar a los "menos de 400 combatientes del" Ejército de Resistencia del Señor (LRA) mediante el envío de 100 soldados de combate de EE.UU. argumentó que: "los cables de Wikileaks y la Estrategia Nacional de EE.UU. para mostrar la lucha contra el terrorismo, los planes estadounidenses para África son parte de un plan global que incluye 60.000 unidades de las fuerzas especiales, incluidos los escuadrones de la muerte, que operan en 75 países. Como el entonces secretario de Defensa Dick Cheney señaló en la década de 1990, Estados Unidos sólo quiere dominar el mundo "(20 de octubre). Tal vez Pilger podría haber añadido a través del control de sus recursos naturales.

Muchos escritores han visto a China como el heredero emergente de la corona de Estados Unidos. La BBC informó que la construcción de “portaaviones, trenes de alta velocidad, sistemas anti-satélite etc. no es sólo por el valor intrínseco que poseen, sino porque la dirección del Partido Comunista los ven como símbolos que distinguen a las grandes potencias de sus competidores "y que el programa espacial tripulado" y sus sucesores son para China, una prueba simbólica de que China se está convirtiendo en una superpotencia del siglo 21 "(29 de septiembre).

En 1957 el del Secretario General Partido Comunista de China, Deng Xiaoping, describe los primeros pasos para convertirse en una superpotencia. "La Unión Soviética tiene la bomba atómica. ¿Dónde está la importancia? Se encuentra en el hecho de que los imperialistas tienen miedo de élla. ¿Tienen los imperialistas miedo de nosotros? No lo creo... Las los Estados Unidos sitúan sus tropas en Taiwan debido a no tenemos bombas atómicas o misiles guiados "(Nuclear Databook armas, p. 327) Una vez adquirido, ¿qué hacer con ellas? Un diario Financial Times (14 de julio de 2005) informa lo que da una idea de lo que la mente militar piensa:.?" el mayor general Zhu Chenghu, Comandante y Profesor de la Facultad de Estudios de Defensa de la Universidad Nacional de China de Defensa, señala que los EE.UU. han designado objetivos nucleares al este de Xian. En el caso de que estalle una guerra entre China y EE.UU. sobre Taiwán, ha dicho a los visitantes extranjeros en dos ocasiones en 2005 que: "Vamos a prepararnos para la destrucción de todas las ciudades del este de Xian”. También recordó a su audiencia de la capacidad nuclear de China focalización en ciudades de los EE.UU.

Pregunte a la mayoría de la gente sobre la posibilidad de una guerra nuclear y descartarán la idea. Irak, Afganistán y Libia apenas han tocado la mayoría de la gente occidental. La guerra es conducida  lejos por otros que son festejados y presentados como héroes por los medios de comunicación. Como Malcolm X dijo una vez: "Si no tienes cuidado los periódicos harán que odiaes a los oprimidos y ames a la gente que provoca la opresión." Libia fue vendida a la gente como una "misión humanitaria". La máxima de Aristóteles: "Hacemos la guerra para poder vivir en paz", escrito hace 2300 años, todavía hoy se utiliza. Tal vez las palabras de alguien que ha experimentado la guerra es el fin más importante para un artículo acerca de la guerra.

El 11 de noviembre Caputi Ross, un veterano de la Infantería de Marina del segundo sitio de Faluya relacionado con sus "Reflexiones sobre el papel de los veteranos en el movimiento de ocupación" a través del Centro de Intercambio de Información:

"Yo no serví a mi país en Irak, sino solo al 1%. Fue en su nombre en que contribuí a poner cerco a Faluya, ayudé a matar a miles de civiles, ayudé a desplazar a cientos de miles de personas inocentes, y ayudé a destruir una ciudad entera. Mi "servicio" fue para Exxon-Mobil, Halliburton, KBR, Blackwater y otras empresas multinacionales en Irak ".

Ross Caputi participa activamente en la búsqueda de un fin a la guerra. ¿Verdad?

ANDY MATTHEWS

jueves, 1 de diciembre de 2011

El sindicalismo revolucionario en Alemania (III) - La FVDG sindicalista-revolucionaria durante la Primera Guerra Mundial (de la Corriente Comunista Internacional)

En los dos artículos precedentes, mostrábamos cómo se formó a partir de los años 1890 una oposición proletaria en los sindicatos alemanes. Ésta, en un inicio, se opuso a que se limitara la lucha obrera a cuestiones puramente económicas que era lo que defendían las confederaciones generales sindicales. Luego se levantó contra las ilusiones parlamentarias y la fe creciente en el Estado del SPD. Pero sólo será a partir de 1908, tras la ruptura con el SPD, cuando la Unión Libre de Sindicatos Alemanes, la FVDG (1), evolucionó abiertamente hacia el sindicalismo-revolucionario. El estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914 puso a los sindicalistas-revolucionarios de Alemania ante la prueba de fuego: o apoyar la política nacionalista de la clase dominante, o defender el internacionalismo proletario. Junto a Liebknecht y Luxemburgo, formaron una corriente –desgraciadamente muy olvidada– que resistió a la histeria guerrera.

La prueba de fuego: ¿Unión Sagrada o internacionalismo?

En unión con la socialdemocracia que vota públicamente los créditos de guerra el 4 de agosto de 1914, las direcciones de las grandes centrales sindicales socialdemócratas también se inclinan ante los planes de guerra de la clase dominante. En la Conferencia de los Comités Directores de los sindicatos socialdemócratas del 2 de agosto de 1914, en el que se decidió suspender cualquier huelga o lucha reivindicativa para no perturbar la movilización guerrera, Rudolf Wissell alcanzó el paroxismo del chovinismo que iba invadiendo los sindicatos socialdemócratas:[1]
“Si Alemania sale vencida de la lucha actual, cosa que no deseamos, entonces todas las luchas sindicales cuando acabe la guerra estarán destinadas a fracasar. Si triunfa Alemania, entonces se abrirá una coyuntura ascendente y los recursos de la organización no serán tan necesarios” ([2])

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